BD & SM

Hablar del Ballbusting es hablar de tortura en los testículos, un término muy apegado al CBT (Cock and Ball Torture), sin embargo el CBT es un término con significado más extenso del cual hablaremos más adelante.

Ahora bien, el ballbusting no sólo se realiza en prácticas BDSM, así mismo se realiza como juego en relaciones vainilla (tradicionales) sin llegar a tanta destreza como un practicante real de BDSM. El juego no es tan complicado, la mujer por lo general toma ambos testículos y los presiona teniendo al hombre tanto boca arriba como boca abajo, la intensidad de la presión depende del grado de tolerancia al dolor por parte del varón, lo anterior es un juego muy normal en las relaciones vainilla, sin embargo vayamos al tipo de relaciones que nos incumben.

El ballbusting se ha caracterizado por ser una práctica en la cual el sumiso está completamente vulnerable y sometido a su Dominante tanto en cuerpo como en mente ya que si bien es una zona muy sensible, el vacío que se siente en el vientre cuando los testículos son tomados provoca una sumisión por si misma, al mismo tiempo que deja volar a la imaginación de la parte Dominante.

Se cree psicológicamente que el dolor testicular en la práctica del ballbusting es tan particular debido a que la mente primordialmente busca la preservación de la especie y al ser el punto donde se crea el espermatozoide, fisiológicamente se crea hipersensibilidad. Sin embargo cabe hacer mención que el dolor superficial se queda en la piel, mientras que el dolor interno se ve reflejado en el vientre debido a que la mayor parte de terminales nerviosas del aparato reproductor se encuentran ahí, así mismo la mayor parte de los conductos que producen el semen. Además siempre se deben tener en cuanta su temperatura y color a efecto de evitar a tiempo algún traumatismo mucho más severo.

Antes de comenzar el juego hay que considerar varios detalles como lo son el epidídimo y el conducto deferente, mismos que se pueden palpar en la parte posterior del testículo, ambos se sienten como una protuberancia gelatinosa y sirven para la evacuación de los espermatozoides, razón por la cual son delicados y no se recomienda usarlos en el juego ya que se pretende someter al sumiso y no dejarlo estéril, además de provocarle diversos trastornos fisiológicos. Lo que sugiero en particular es que cualquier tipo de impacto que se pretenda dar sea controlado y no focalizado en un punto muy pequeño para que así se disipe la fuerza del golpe y no cause daño tanto en la piel como en el cuerpo del testículo.

Una vez considerando lo anterior, procedemos a la parte del juego. Digamos que inicialmente tenemos los testículos sin ser sujetados, ahí las prácticas más comunes es darle palmadas en las diversas caras del testículo, dar golpes con objetos delgados (focalizando en un solo punto el dolor), se puede generar un choque entre ambos testículos golpeando al lado de cada testículo al mismo tiempo, pinchar el escroto con agujas (se sugiere que sean quirúrgicas para poder incluso perforar la piel) o bien jugar con palillos de madera.

Recordemos que la parte intermedia entre los testículos está vacía así que no se recomienda perder tiempo jugando en esa zona, salvo que se pretenda realizar alguna infiltración con suero.

Por otra parte tenemos los juegos donde se sujetan a los testículos, esto puede llevarse a cabo con cuerda, cinta, cinturoncillos, la mano o humblers (aisladores de testículos hechos generalmente de madera).

Si bien ahora los testículos quedan más expuestos, los juegos más acostumbrados son: golpear con el dorso de la mano, con el puño cerrado (ya sea de la parte inferior de puño o haciendo pequeños jabs directamente con el puño), hacer el efecto de mazo sobre un testículo en particular, jugar con pinchos o pinwheels sobre el escroto, así también como el hacer que se estiren poniendo peso, jalando o bien amarrando el extremo de una soga sobre los testículos y otro sobre el objeto que se pretenda jalar.

Como juegos adicionales existen las electrotorturas, juegos con frío y calor (hielos y velas), humillación pública golpeando los testículos del sumiso en lugares concurridos, momificación, untar geles o sustancias que provoquen la sensación ardor o quemazón.

Otro tipo de juegos es dar rodillazos tanto de frente como de espalda hacia los testículos teniendo al sumiso de pié, arrodillado, en cuatro patas o empinado.

Un juego también divertido pero que se debe realizar con mayor precaución es dar patadas, el mayor cuidado se debe de dar al momento del impacto ya que si se da una patada con la punta del pié o con la punta de un tacón o bota, además de provocar un rompimiento testicular también se puede dar una fractura de pene en su base perineal. Entonces se recomienda dar patadas con el empeine.

Los anteriores son un ejemplo de innumerables juegos que se pueden practicar, sin embargo la imaginación y cuidado depende de cada pareja practicante.